miércoles, 23 de febrero de 2011

Discurso a las doncellas dedicadas a los templos-Alba Ixtlixochiti 1985

Discurso a las doncellas dedicadas a los templos-Alba Ixtlixochiti 1985

Muchas eran las doncellas que por impulsos de su devoción se dedicaban a las estrecheces de esta vida, pero muchas más las que la según por voluntad de sus padres. Era excesivo el número de sacerdotisas con que llenaban los templos y en donde la ofrecían luego que habían cumplido cuarenta días, aceptándolas los sacerdotes en nombre de los ídolos. Las regresaban a sus padres para que las criasen hasta los ocho años, que era el tiempo destinado a la clausura.


Los parientes la conducían al templo, donde era recibida por el sumo sacerdote; y después de haber hecho referencia a sus falsos dioses la bajaban a las salas y lugar de recogimiento, donde en presencia de la superiora y las restantes doncellas, en pie del TEQUACUILLI, decía con admirables afectos: "Considera que éste es un lugar sagrado donde has de hacer penitencia por los tuyos, que andan vagando por el mundo. Persuádete a que en este encerramiento has de olvidar la casa y hacienda de tus padres, y los regalos de tu niñez; y advierte que no vienes a él para ser preferida a las que en él hallares, determinase desde ahora tu corazón a sufrir con alegría el hambre de los ayunos, y a practicar los mandatos de esta venerable vieja, tu nueva madre".

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